ZONIFICACIÓN PRELIMINAR DE PELIGROS DEL VOLCÁN DE SAN SALVADOR (EL BOQUERÓN).
Carlos
Demetrio Escobar
Resumen
Se
presentan dos mapas que muestran las
zonas expuestas a los peligros del volcán de San Salvador. Los
resultados del trabajo sugieren cinco tipos de peligros potenciales
que amenazan la ciudad
capital y sus alrededores. Además se presentan aspectos relacionados con
la morfología, evolución y estructura geológica del volcán. Se hace énfasis
en el sistema de fracturas, actividad histórica y prehistórica.
Introducción
Desde
la última erupción del volcán de San Salvador en 1917, la población en la
capital y ciudades aledañas se ha incrementado. También se ha dado un auge en
el desarrollo de la infraestructura física y económica en las cercanías del
volcán. El reposo eruptivo del volcán se considera un factor que ha permitido
que mucha gente construya viviendas en los flancos, aumentando con ello el
riesgo volcánico.
Los
principales peligros asociados al volcán de San Salvador son los siguientes:
a)
Flujos de Lava.
b)
Caída de Piroclásticos.
c)
Flujos Piroclásticos.
d)
Flujos de Lodo y Deslizamientos Volcánicos
El peligro volcánico es la posibilidad de que una zona determinada pueda ser afectada por procesos o productos volcánicos potencialmente destructivos durante un intervalo de tiempo dado.
El
presente trabajo ha sido preparado
con la
finalidad de informar a la
población de la peligrosidad que presenta el volcán de San Salvador, así como
para que las instituciones encargadas de la protección civil, hagan uso de los
mísmos, y puedan preparar sus
planes de emergencia y/o evacuación en caso de presentarse una erupción.
También
la información puede ser útil para las instituciones encargadas de planificar
el ordenamiento de asentamientos humanos e infraestructuras dentro de las zonas
expuestas.
Las
zonas de peligro volcánico se han delimitado con base en la información
contenida en documentos
tales como el “Informe Vulcanológico preparado por una Misión
Geológica Italiana en El
Salvador en 1988”, “ Historia y
Peligros del Volcán de San Salvador” preparado por Darrell Sofield de la
Universidad de Michigan en 1998. También fueron fundamentales las
inspecciones de campo para verificar las fracturas del volcán y la
existencia de los depósitos de materiales eruptados, así como el análisis del
mapa geológico de la zona y los cuadrantes topográficos.
Ubicación
y Morfología del Volcán.
El Volcán de San Salvador, conocido como el Boquerón, es un estrato volcán localizado a 7 Km del centro de la capital Salvadoreña.
Las
coordenadas geográficas son: 13° 44.0' Latitud Norte, 89° 17.0' Longitud
Oeste, con una altitud de 1887 m.s.n.m.
Estructura
Morfológica del Volcán.
El
Boquerón es un volcán cuaternario activo, y su formación inició hace unos
72,000 años (Sofield, 1998). Se encuentra localizado dentro de la estructura
geológica llamada Fosa Central Salvadoreña.
La morfología del volcán obtenida a partir de imágenes de satélite y fotografías aéreas, indica que hace unos 30,000 años, el volcán alcanzó una altura crítica y presentó una fase eruptiva de gran explosividad, causando el colapsó del cuarto superior del edificio volcánico. Este suceso formó un cráter elíptico llamado caldera, la cual tiene 6 km de largo por 4.5 km de ancho. Los remanentes del antiguo edificio son los conos de acumulación llamados el Jabalí y el Picacho.
La morfología y estratigrafía actual del volcán revelan que la actividad eruptiva construyó durante el intervalo de los 30,000 a 3,000 años un nuevo edificio volcánico, dentro de la caldera antes mencionada. A partir de las correlaciones estratigráficas y datos químicos se interpreta que durante los últimos 3,000 años, el volcán ha producido diversos tipos de erupciones, en diferentes periodos de tiempo.
De
acuerdo a los estudios realizados por Hart en 1983, alrededor del año 1200 DC,
ocurrió una erupción explosiva cuyos depósitos son conocidos como el
Talpetate los cuales afloran en la zona de Nueva San Salvador, Colón, San Andrés
y Lourdes. A esta erupción se asocia la formación del actual cráter llamado
Boquerón. En el fondo de este cráter
a 1340 m.s.n.m. existe un cono formado por materiales piroclásticos llamado
Boqueroncito que tiene 30 m de altura absoluta y 120 m de diámetro, el cual se
formó durante la erupción de 1917.
Es
importante mencionar que el actual edificio del volcán esta formado por
estratos alternos de ceniza, escorias y flujos de lava, por lo que es
clasificado como un estrato volcán.
A
continuación se presenta datos de erupciones del volcán de San Salvador que
han sido datadas.
Tabla
1: Erupciones datadas.
Fecha |
Nombre
del depósito |
Localización
eruptiva |
Método |
Fuente |
1917 |
Flujo
de lava de 1917 |
Flanco
NW y Boquerón |
Histórica |
Meyer-
Abich, 1956 |
1658/1659 |
El Playón |
Flanco
NW |
Histórica |
Misión
Italiana1988 |
1671
? |
? |
? |
Histórica |
Misión
Italiana1988 |
1575
? |
? |
? |
Histórica |
Meyer-
Abich, 1956 |
1200
DC |
Talpetate |
Boquerón
|
Arqueológica |
Hart,
1983 |
590
DC |
Tefra
de Joya de Ceren |
Loma
Caldera |
Datación
C- 14 |
Hart,
1983 |
?
Dudoso.
Peligros
Volcánicos.
Peligro
por Flujos de Lava.
Con
respecto a este peligro se han identificado cuatro fracturas en el volcán, las
cuales son consideradas fuentes potenciales para la generación de flujos de
lava .
Características
de las fracturas:
*
Fractura 1, con rumbo aproximado N40°W, con
antecedentes recientes de actividad
volcánica.
* Fractura 2, con rumbo N65°W, se caracteriza por presentar a lo largo de ella cuatro cráteres eruptivos, el más
jóven de ellos es la Laguna de Chanmico.
* La fractura 3, en el flanco Norte tiene rumbo N20°W y hacia el Sur sigue un rumbo que varía de S20°E a
S60°E.
*
Fractura 4, tiene un rumbo aproximado N40°E.
La
zona influenciada por la fractura 1, tiene evidencias de actividad en tiempo
histórico (durante los últimos 500 años). Las erupciones de 1658/1659 y la de
1917 han ocurrido a lo largo de esta fractura, por lo que se considera más
susceptible a producir flujos de lava.
Con respecto a la fractura 2, no existen evidencias de actividad en tiempo histórico, pero la erupción que dió origen al
cráter de la Laguna de Chanmico se considera geológicamente jóven.
Los materiales expulsados se encuentran encima de la Tierra Blanca Joven eruptada por Ilopango hace 1700 años y debajo del Talpetate eruptado por el Boquerón hace 800 años. Esta zona es potencialmente susceptible a producir flujos de lava.
La actividad a lo largo de la fractura 3, se manifiesta por la formación del cono de escorias La Joya situado al NNE de Nueva San Salvador, y del cráter Puerta de la Laguna situado en Antiguo Cuscatlán. A lo largo de esta fractura no se conoce actividad eruptiva durante los últimos 2000 años, pero se considerada una zona que podría generar flujos de lava, aunque con menos probabilidad que las anteriores.
La
fractura 4, ha sido identificada por imágenes de satélite y por fotografías aéreas,
pero no tiene antecedentes de actividad.
Del análisis anterior se concluye que flujos de lava pueden ocurrir por las fracturas antes descritas, sin descartar la posibilidad de que ocurran también por el cráter Boquerón. Los flujos lávicos emitidos en el pasado han recorrido distancias entre 7- 8 Km, ocasionando graves daños en las zonas invadidas.
Peligro
por Caída de Piroclástos ( rocas, escoria, arena
y ceniza).
Este
tipo de peligro es asociado a la actividad explosiva del volcán. Las rocas y
las escorias, generalmente caen cerca o en los alrededores del cráter, mientras
que la arena y ceniza son transportados por el viento a lugares distantes del
centro de emisión.
Los
estudios estratigráficos llevados a cabo en al zona de este volcán revelan la
ocurrencia de erupciones explosivas. El geólogo Darrell Sofield en sus
correlaciones estratigráficas estima
que hace unos 30,000 años, se presentó una erupción explosiva que depositó
entre 3,8 y 8 km3 de
escoria pumítica andesítica, con características de depósitos de caída y de
flujos piroclásticos.
La
erupción explosiva más reciente del volcán tuvo lugar aproximadamente en el año
1200 DC.
Esta
erupción además de depositar ceniza húmeda, también formó flujos piroclásticos
(Talpetate). A través de
observaciones de campo se estima que un área de 312 km2 al Occidente
del volcán fue cubierta por unos 10 cm de ceniza producida por esta erupción.
Correlacionando
los datos anteriores y por las verificaciones de campo se determina que existen
depósitos de ceniza con diferentes espesores distribuidos radialmente a 14 km
del Boquerón.
Por lo anterior, la zona vulnerable por caída de productos piroclásticos se delimita concéntricamente a partir del cráter Boquerón.
Cabe mencionar que la caída de piroclástos está condicionada según la dirección y velocidad de los vientos, la magnitud del evento y tamaño del material emitido.
Es
importante tener presente que ante la amenaza por caída de piroclásticos debe
evaluarse la resistencia de los techos de las viviendas, ya que la carga
adicional causada por el peso de la ceniza puede hacerlos colapsar. La ceniza
seca tiene un peso volumétrico de 0.5 a 0.7 ton/m3, y cuando
está húmeda su peso se incrementa en el orden de 1 ton/m3.
Los
flujos piroclásticos son los fenómenos volcánicos más peligrosos que suceden
durante las erupciones volcánicas. Se forman a partir del colapso gravitacional
de enormes columnas eruptivas integradas por una mezcla de gases y fragmentos de
roca.
Comúnmente,
este fenómeno se origina cuando roca fundida (magma) hace contacto con agua
subterránea o superficial, generando flujos con velocidades que superan
los 100 km por hora.
Los
materiales jóvenes con características típicas de flujos piroclásticos se
identifican al occidente del cráter,
asociados a la erupción que formó el actual Boquerón.
El trabajo de campo permitió identificar depósitos de flujos piroclásticos ubicados a unos 8 km al oriente y poniente del volcán.
Las zonas de peligro son mostradas en el mapa 1
Peligro por Flujos de Lodo
y Deslizamientos Volcánicos.
Los flujos de lodo son una mezcla de ceniza y materiales volcánicos saturados de agua. En la mayoría de los casos ocurren deslizamientos en las partes altas de los volcanes y los materiales se encausan al sistema de drenaje. Un ejemplo típico es el flujo de lodo iniciado en la zona alta del Picacho al NW de la ciudad San Salvador, cuyo material se desplazó a lo largo del cauce de la Quebrada Las Lajas y soterró parte de Montebello Poniente el 19 de septiembre de 1982. Este tipo de peligro es típico en estrato volcanes altos y conos de acumulación antiguos como el Picacho y Jabalí. La razón de ello es que poseen pendientes fuertes, son edificios relativamente altos con un sistema de drenaje radial, formados por estratos alternos de lavas alteradas y materiales en estado suelto. Las lluvias intensas y los sismos son agentes de disparo de estos fenómenos. Su carácter fluido les da capacidad de arrastrar y destruir todo lo que encuentran en su camino.
También puede generarse flujos de lodo cuando se mezcla el agua lluvia con los materiales lanzados durante la erupción. En este caso los materiales eruptados son movilizados por el agua lluvia hacia el sistema de drenaje, y se transportan rápidamente hacia la zona baja del volcán.
Las
observaciones de campo en la zona del Picacho
y del Jabalí permitieron identificar depósitos modestos de flujos de lodo
en los cauces principales del sistema de drenaje.
En
general, la historia eruptiva del volcán es limitada, así como las dataciones
de los materiales eruptados, lo cual hace
difícil determinar una periodicidad eruptiva de este volcán.
La
debilidad estructural del volcán de San Salvador está constituida
principalmente por el sistema de fracturas que lo atraviesan, lo que permite
inferir posibles erupciones laterales como las que han ocurrido en el pasado.
No
debe perderse de vista que los daños causados por el fenómeno volcánico no
son función sólo del tipo y
magnitud del evento que se presente, sino también de la vulnerabilidad
estructural y social de la zona.
Hart,
W; (1983). Classic to
Postclasic Tephra exposed in
Archeological sites, Eastern Zapotitán Valley, in The Zapotitán Valley of El
Salvador, in Archeology and Volcanism in Central America (ed. Sheets, P.D).
University of Texas Press, Austin, TX, United State, pp. 44- 51.
Meyer
- Abich H.; (1956): “Los Volcanes Activos de Guatemala y El Salvador”.
Anales Serv. Geol. Nac., Bol 3, San Salvador.
Misión
Geológica Italiana en El Salvador; (1988): Informe Vulcanológico.
Sofield,
D; (1998). History and Hazard of
Volcán San Salvador, El Salvador, AC.
Thesis
Submited in partial fulfilment of the requeriments for the degree of Master of
Science in Geology. Michigan Technological University.